30/10/09


"(...) - Ven a jugar conmigo - propuso el Principito-, ¡Estoy tan triste!

- No puedo jugar contigo - dijo el Zorro -, no estoy domesticado.

(...)

- ¿Qué significa "domesticar"?

- Es una cosa ya olvidada - dijo el Zorro -, significa "crear vínculos... "

- ¿Crear vínculos?

- Efectivamente, verás, tu no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo.(...)
- Si tu me domesticas, mi vida estará llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo.(...)
- Por favor, domesticame - pidio el Zorro.

- ¿Qué debo hacer? -preguntó el Principito.

- Debes tener mucha paciencia - respondió el Zorro -. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...

(...)

De esta manera el principito domesticó al zorro. Y cuando se fue acercando el día de la partida...:

-¡Ah! - dijo el Zorro -, lloraré.

-Tuya es la culpa - le dijo el Principito-, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te domestique...

-Ciertamente - dijo el Zorro.

- Y vas a llorar!, -dijo el Principito.

-¡Seguro! - anuncio el Zorro.

-No ganas nada.

-Gano! - dijo el Zorro-. He ganado a causa del color del trigo.(...)"

29/10/09

El primer encuentro...



Habia llegado el día. Por fin iba a conocerlo. Sali de la cama, y mientras me bañaba, encontre a mi cuerpo en un estado de nerviosismo y excitación que nunca antes había experimentado. Me sorprendí parada delante del ropero sin saber que ponerme. ¿Desde cuando me pasaba esto a mi? Suspiré. Aún no lo había visto y me estaba volviendo loca...Hacía meses que hablábamos. Sus dulces palabras me fueron ganando poco a poco...Mi mente recreó nuestras conversaciones...No podía entender como alguien podía gustarme tanto. Eché un vistazo distraído al reloj. ¿Ya era tan tarde!? Me vestí a toda prisa, me maquillé un poco y emprendí el viaje que me llevaría a su encuentro. Mientras tanto, pensaba en lo que estaba haciendo. ¿Sería correcto? Iba a tirar por la borda una relación de 2 años solo por seguir un impulso...Pero decidí que ya no había vuelta atrás. Después de hoy, se decidiría todo.
A medida que pasaba el tiempo, me ponía mas nerviosa. Conforme transcurrían los minutos me imaginaba el encuentro una y otra vez. ¿Cómo sería? ¿Le gustaría? Todo mi ser se depositaba en una esperanza: gustarle. Estaba decidida, El tenía que ser mío; pero, cómo? Viajaba tan absorta en mis pensamientos que no me percaté de que ya casi había llegado. Respiré hondo...y me situé frente a una columna a esperarlo. De repente, lo ví entrar. Pensé que me vería...pero no, se acomodó frente a mí sin verme. Me extasié con su belleza, sus ojos, sus labios...esos labios que había deseado durante tanto tiempo... Me acerqué y le sonreí. Me devolvió una sonrisa dulce, perfecta. En ese momento, supe que lo había hallado. A El, el primer hombre que me sometería a su voluntad. Me tomó de la mano, me besó suavemente, y me condujo hacia afuera, mientras yo pensaba que por fin había encontrado a Mi Vampiro...y no pensaba dejarlo ir.

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